- La influencia política de las criptomonedas está creciendo con USD 150 millones de las principales empresas que apuntan a las principales contiendas por el Senado.
- Los candidatos a favor de las criptomonedas pueden ganar votos, ya que la industria busca claridad y apoyo regulatorio.
- Los candidatos presidenciales se están involucrando cada vez más con la comunidad de criptomonedas.
A medida que se desarrolla el ciclo electoral de 2024 en Estados Unidos, la influencia política de la industria de las criptomonedas se está expandiendo rápidamente, preparada para dar forma a las agendas legislativas y potencialmente influir en los resultados electorales.
Dado que el sector está invirtiendo fuertemente en campañas políticas y grupos de defensa, los candidatos se están alineando cada vez más con las plataformas pro-cripto para cortejar a una creciente base de votantes de poseedores de criptomonedas. Según Brad Garlinghouse, CEO de Ripple, las posturas de los candidatos sobre las criptomonedas podrían influir significativamente en las decisiones de los votantes, lo que hace que la defensa de regulaciones claras sea crucial para esta industria.
Ryan Selkis, CEO de Messari, destacó el poder político de la comunidad de criptomonedas durante un evento reciente en Mar-a-Lago. Selkis señaló que Estados Unidos alberga alrededor de 50 millones de poseedores de criptomonedas, haciendo hincapié en su impacto potencial en las elecciones. Muchos en la industria de las criptomonedas se hacen eco de este sentimiento y consideran que las elecciones de 2024 son fundamentales.
La represión de la administración Biden contra las criptomonedas ha impulsado a la industria a apoyar a los candidatos pro-cripto. Como resultado, tres grandes empresas de criptomonedas -Ripple, Coinbase y Andreessen Horowitz- han comprometido USD 150 millones para respaldar a los súper PAC que apoyan a estos candidatos en las contiendas por el Congreso.
Cabe destacar que estos PAC no tienen planes de participar en las elecciones presidenciales. Sin embargo, están invirtiendo fuertemente en las contiendas por el Senado, y el PAC más grande, Fairshake, ya gasta USD 10 millones en anuncios de ataque contra críticos de criptomonedas como la representante Katie Porter.
Esta inversión sustancial tiene como objetivo influir en las carreras clave e influir en los legisladores que se muestran escépticos con respecto a las criptomonedas. Por ejemplo, los esfuerzos de Fairshake parecen haber influido en el senador Sherrod Brown, quien ha mostrado su disposición a considerar una legislación a favor de las criptomonedas.
Más allá de las contiendas legislativas, la industria de las criptomonedas también está involucrada en la campaña presidencial. Robert F. Kennedy Jr. ha estado interactuando con los entusiastas de las criptomonedas, aumentando la relevancia de las criptomonedas en el panorama político actual.
La administración del presidente Biden, percibida como anti-cripto debido a las acciones de la SEC, ha comenzado a comprometerse con actores de la industria como Coinbase y Ripple, lo que indica un posible cambio en la política.
El expresidente Donald Trump y actual presunto candidato presidencial republicano ha sido el punto focal de la industria de las criptomonedas. A pesar de su pasado de escepticismo, últimamente, Trump ha apoyado ávidamente el sector de los activos digitales. Se ha reunido con los principales ejecutivos de criptomonedas y se ha comprometido a poner fin a las medidas regulatorias si es reelegido. La campaña de Trump incluso ha comenzado a aceptar donaciones en moneda digital, solidificando aún más su alineación con el sector de las criptomonedas.
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