- DOGE se ha disuelto ocho meses antes de tiempo, y el personal ha sido reasignado a otras agencias.
- DOGE se lanzó con promesas de reducir el desperdicio federal, pero nunca publicó resultados financieros transparentes.
- El cierre sigue a la creciente tensión pública entre Trump y Musk por el gasto público.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental, más conocido como DOGE, ha sido formalmente disuelto, poniendo fin a uno de los intentos más publicitados de la administración Trump de recortar el gasto federal y agilizar las operaciones gubernamentales. La decisión llegó de forma inesperada, con ocho meses aún por jugar en su mandato original, lo que suscitó nuevas dudas sobre lo que realmente logró la iniciativa.
La confirmación del cierre de DOGE vino de Scott Cooper, director de la Oficina de Gestión de Personal. Cuando le preguntaron por el estado del departamento, respondió: «Eso no existe», marcando el primer reconocimiento oficial de que el proyecto había sido cerrado.
Un gran comienzo, grandes promesas y atención temprana
DOGE se creó en enero con el objetivo de recortar agencias federales, redirigir presupuestos y disminuir lo que la administración describió como burocracia y desperdicio. Recibió mucha atención en sus primeros días, especialmente con Elon Musk liderando inicialmente el esfuerzo como asesor especial. Musk incluso apareció en una conferencia conservadora sosteniendo una motosierra, llamándola «la motosierra de la burocracia», un momento teatral destinado a simbolizar el enfoque agresivo de DOGE.
Pero con el paso de los meses, la iniciativa tuvo dificultades para mostrar resultados financieros claros. A pesar de las afirmaciones de haber ahorrado decenas de miles de millones de dólares, el DOGE no publicó cuentas públicas verificables, dejando a los analistas sin poder confirmar si se lograron ahorros significativos. Los críticos afirmaron que la falta de transparencia hacía imposible juzgar la eficacia del departamento.
Empleados reasignados como cambios de enfoque
Con el departamento ahora cerrado, la mayoría del personal restante de DOGE ya ha sido reasignado a otras agencias. Dos miembros senior pasaron al National Design Studio, una nueva unidad creada para mejorar sitios web gubernamentales, liderada por Joe Gebbia, cofundador de Airbnb. Mientras tanto, la administradora interina del DOGE, Amy Gleason, pasó a un puesto de asesora en el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Aunque una orden ejecutiva había prorrogado las operaciones del DOGE hasta mediados de 2026, los recientes comentarios públicos de Trump empezaron a referirse a la iniciativa en pasado, señalando un cambio respecto a ella.
Anteriormente, Trump y Musk chocaron y este último criticó el gran proyecto de ley fiscal y de gasto de Trump, diciendo que apoyaría a los retadores de cualquier legislador que lo respaldara. Musk incluso insinuó que podría crear un nuevo partido político si el proyecto de ley se aprueba. Trump respondió sugiriendo que el DOGE debería investigar cuánto dinero federal han recibido las empresas de Musk.
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